Francisca Méndez Garrido, conocida artísticamente como La Paquera de Jerez, nació el 20 de mayo de 1934 en el Barrio de San Miguel de Jerez de la Frontera (Cádiz/Andalucía). Cantaora de flamenco.
Su padre "El Rubio" era gitano y su madre paya y la tradición cantaora le venía de familia paterna, los Méndez y la Fragua de Los Garrido. El nombre de Paquera se lo puso de pequeña una de sus abuelas y posteriormente, siguiendo la tradición flamenca de identificarse con su familia o su ciudad natal, adoptó el «de Jerez».
Desde niña se dedicó a cantar en fiestas, bautizos, bodas o cualquier otro evento que le diesen unos reales con los que contribuir a la escasa economía familiar en aquellos tiempos de hambre y escasez de la posguerra española: «Éramos ocho hermanos y teníamos que salir adelante ayudando todos», diría al evocar su infancia y adolescencia.
Por esta necesidad y conscientes de sus dotes, sus padres la sacaron de la escuela y la pusieron a cantar en las fiestas particulares de los pudientes. Contaría en estos duros comienzos con el apoyo del mítico cantaor Aurelio Sellés.
Empezó su carrera con la bailaora Matilde Coral (Paquera como figura del cante y Matilde como figura del baile) en una gira por todos los pueblos de Andalucía acompañada por familiares como era su padre y su tío Eduardo.
En 1953 y en soporte de pizarra editaría su primer disco. Bulerías y tientos serían los cantes que formaban esta grabación que hoy es pieza de coleccionistas. El siguiente disco lo grabaría en 1957: "Maldigo tus ojos verdes", un tango que le escribió el poeta gitano Antonio Gallardo. Estos discos sonaron mucho por la radio y le dieron cierta popularidad por toda España.
Madrid era una plaza importante para el cante. En 1957 llegó a esta capital para debutar en el tablao madrileño "El Corral de la Morería".
En 1959 viajaría por España con su primer espectáculo: "España por bulerías". Tuvo éxito y pasó a ser definitivamente reconocida en el mundo flamenco. Entre tablaos, espectáculos y grabaciones discurriría su prolífica producción en la que compartiría cartel con los más importantes del momento. Con una voz especialmente timbrada, potente, gitana y clara,
y mucha pasión, cantó todos los palos (excepto las peteneras, por eso del «mal
fario»), pero en su amplio repertorio de intérprete siempre destacaron dos
palos muy festeros y populares: los fandangos y especialmente las bulerías. Tan
bien dominó éstas que la llamaron la Reina de la Bulería y la Amante del Cante
Jondo. Francisca falleció a los 69 años de edad el 26 de abril de 2004 en Jerez de la Frontera.
Juan Peña Fernández, conocido artísticamente como El Lebrijano, nació el año 1941 en Lebrija (Sevilla) y falleció a la edad de 74 años en Sevilla el 13 de julio de 2016. De ahí su apodo de "El Lebrijano". Cantaor gitano de flamenco.
Perteneciente a una familia gitana de cantaores de mucho peso en el mundo del flamenco, la de Perrate de Utrera. Hijo de María la Perrata, cantaora, y de Bernardo Peña, tratante de ganado que no cultivó ninguna de las facetas del arte flamenco a pesar de ser muy respetado en ese mundo, el joven Lebrijano comenzó su andadura artística como guitarrista cuando era todavía casi un niño. Pero pronto se manifestaron sus excelentes cualidades para el cante, sobre todo desde su triunfo en 1964 en el Concurso de Mairena del Alcor, y a partir de entonces decidió dedicarse en exclusiva a su faceta de cantaor.
Durante años estuvo integrado, como cantaor de acompañamiento al baile, en la compañía de danza de Antonio Gades. Muy influido por la figura de Antonio Mairena, llamó enseguida la atención de los aficionados que lo escucharon, pues a su magnífica voz original, de timbre muy bello, se unía una capacidad enciclopédica para cantar los más diversos estilos, nutrida por el estudio y por la vivencia del cante en su propia familia. Enseguida empezó a ser considerado como uno de los mejores cantaores de la segunda mitad del siglo XX. Destaca en él, por una parte, el profundo conocimiento del cante ortodoxo tradicional y, por otra, una genuina inquietud artística que le lleva a experimentar con la introducción de algunas innovaciones en esa inamovible tradición purista. Considera que el arte del flamenco sólo podrá ampliar sus horizontes si se le enriquece con nuevas fórmulas provenientes de otros estilos musicales: "...el cante básico está hecho, lo hemos grabado todos veinte veces. [...] si todo eso que sabemos lo podemos interpretar de otra manera más asequible a oídos que no están acostumbrados a oír flamenco, pienso que es importante que lo hagamos".
Las oportunidades de grabar se le presentaron también en los comienzos de su carrera, y sus primeros discos fueron, tal y como sus seguidores presagiaban, de gran calidad. Comenzó a editar en 1965, acompañado por Niño Ricardo. Muchas de las empresas discográficas que abordó a partir de entonces han sido coherentes con su compromiso de renovación del género. Así, por ejemplo, los álbumes Persecución (1976, con textos de Félix Grande), Ven y sígueme (1982, "ópera flamenca" con música de Manolo Sanlúcar y la participación de Rocío Jurado), Encuentros (1985, con la colaboración de la Orquesta Andalusí de Tánger), ¡Tierra! (2006, una original visión del descubrimiento de América bajo perspectiva flamenca que se grabó con oportunidad de la celebración del V Centenario, con textos de Caballero Bonald), Lágrimas de cera (1999), etc.
En 2002 presentó en Sevilla el álbum número 34 de su discografía, Sueños en el aire, un trabajo en el que incluyó "Gelem, gelem", el himno internacional de los gitanos interpretado en romaní junto al grupo búlgaro Gitanos de la Hoya. Ya en 2004 vio la luz una gran antología de su mejor momento con Manolo Sanlúcar y Pedro Peña, mientras que en 2005 presentó el álbum Puertas abiertas, un trabajo en el que retoma la fusión con la música árabe junto al violinista marroquí Faiçal Kourrich.
DISCOGRAFÍA seleccionada, ÁLBUMES:
El Lebrijano con la colaboración especial de Paco de
Lucía, 1970.
Antonio Álvarez Vélez, conocido artísticamente como Pitingo, (en idioma caló "presumido"), nació el año 1981 en Ayamonte (Huelva). Cantaor español de nuevo flamenco.
El Pitingo está entroncado con algunas relevantes sagas flamencas. Su abuela, de quien toma el nombre artístico, era prima hermana de La Niña de los Peines, Tomás y Arturo Pavón. Y también, por parte de madre, entronca con sagas cantaoras de Jerez y Sanlúcar. Se inició en el mundo musical como vocalista de un grupo de soul, entrando por la puerta de los tablaos al ámbito flamenco. Pitingo se fue a vivir a Madrid. Trabajó en el aeropuerto de Barajas cargando maletas mientras cantaba por bulerías y fandangos de Manolo Caracol y así se ganaba la vida hasta que su tía adoptiva, Salomé Pavón, decidió llevar a Pitingo a una reunión de payos y de gitanos, "Los Magos", que se reúnen los miércoles en un bar de Madrid, con visitas de grandes figuras del cante: Enrique Morente, Carmen Linares, Pepe ‘Habichuela’, Diego Carrasco, así se inició su carrera artística. Su primer disco Pitingo con habichuelas (Universal Music) salió a la venta en abril de 2006. En este disco está apadrinado por grandes leyendas del flamenco: en él han colaborado la familia Habichuela (Pepe Habichuela y Juan Habichuela, Juan Carmona y Antonio Carmona), Javier Barón y Carmen Linares. Un disco de flamenco que combina el cante más ortodoxo con atrevimientos estilísticos que no dejan indiferente a nadie (mezclando el quejío flamenco y el blues), pero siempre con la voz flamenca de eco antiguo que le caracteriza. Antonio Pitingo compone, música y letra, la mayoría de los temas del disco junto a José Manuel Gamboa. Pitingo es un joven atrevido, pero también un estudioso del cante, y muestra una forma diferente de disfrutar el flamenco. Consigue un gran éxito comercial, con una atractiva y original mezcla entre el flamenco y el soul. Ese mismo año 2006 colaboraba también en el disco “El precio de la fama” del rapero Haze, con el tema “La valla de la muerte”. Posteriormente Pitingo participó en la banda sonora original de la película "Cándida", reinterpretando la “Gwendolyne” de Julio Iglesias con una versión flamenco-soul, llevándola a su terreno, un reto lanzado por Guillermo Fesser (del dúo Gomaespuma), director de la película, un gran contraste de estilos en relación al original.
El 1 de agosto de 2007, en una rueda de prensa celebrada en Valladolid, el cantaor afirmó que sus canciones están consiguiendo "acercar a la gente joven" y "dar un sonido diferente" al flamenco sin que "pierda sus raíces", utilizando para ello influencias como la música gospel, que han creado un "sonido nuevo". En septiembre de 2007 (días 14, 15 y 16) estrenó en el Teatro Häagen-Dazs Calderón de Madrid el espectáculo "Soulería" (soul a ritmo de bulerías), donde fue grabado para su posterior edición en CD y DVD por la discográfica Universal. Posteriormente se presenta en el mismo teatro del 30 de noviembre al 9 de diciembre de 2007, y con gran éxito en el Teatro Bellas Artes de Madrid desde el 10 de diciembre de 2007 al 13 de enero de 2008. El espectáculo formaba parte del proyecto "Dewaristas en Acción", y fue creado y dirigido por Alejo Stivel inspirándose en la filosofía Dewarista. En abril de 2008 salió a la venta Soulería (Universal Music). Se editó con temas como "Killing me softly with this song" que, en principio, no tienen nada que ver con una bulería, pero si interviene Pitingo, cualquier cosa parece poder transformarse en flamenco. Eso es lo que el cantaor onubense defiende en su trabajo discográfico Soulería.El disco contiene versiones a caballo entre el flamenco, el soul y el pop de temas tan populares como "Yesterday", para lo cual ha grabado hasta con un coro de gospel en Londres. En mayo de 2008 se empezaron a rodar los nuevos capítulos de “Cuéntame cómo pasó” (su 10ª temporada) y una de las novedades es que estrenó sintonía, a cargo de Juan Carmona y Pitingo. Le dan un tono más flamenco a la sintonía que hasta entonces sonaba con la voz de Ana Belén. Entre el 23 y 26 de junio tuvo lugar el festival “Flamenco Pa Tós”, donde actuó Pitingo, junto a otros artistas como Juan Carmona, Pepe Habichuela, Tomatito, Antonio Carbonell o Estrella Morente.
El 28 de junio de 2008 Pitingo ofreció, junto a Antonio Carmona, Rosario y La Negra, el espectáculo "Flamenco All Stars" en el festival Rock in Rio-Madrid. Fue ésta la primera vez que los cuatro artistas se juntaban en un escenario. El 12 de septiembre, Pitingo se casó en Madrid con Verónica, su pareja y “road manager” desde hace ya varios años. Ese mismo mes recibió su Primer Disco de Oro, gracias a las más de 40.000 copias vendidas de su álbum Soulería, que permanecía durante más de 20 semanas en la lista de discos más vendidos. El encargado de entregarle este galardón fue su amigo Antonio Carmona. El 28 de octubre se puso a la venta una nueva edición de Soulería con cinco temas más: “Cuéntame” (banda sonora de la 10ª temporada de la serie con ese nombre), “Me recordarás”, “Yo viviré (versión del clásico Gloria Gaynor “I will survive”), “Ella se vendrá detrás de mí" (recreación del tema de Los Chichos) y el villancico “Noche de Paz”. El 20 de noviembre se entregaron en Barcelona los Premios Ondas de la Música 2008 y Pitingo recibió una mención especial del jurado, por la fusión del flamenco con los grandes temas del pop internacional.
Posteriormente, su casa de discos pone a la venta un estuche recopilatorio conteniendo 3 CD's (Pitingo con habichuelas, Soulería y "Rarezas" más un DVD, al conjunto lo titulan Todo Pitingo (2009), y en el colabora Juan Carmona; el CD Olé & Amén (2010) y el CD El flamenco es... Pitingo: Vive el arte y el sentimiento (2010). Pitingo se presenta como “alma flamenca y corazón cubano” en su cuarto álbum Malecón street, que ve la luz a finales de noviembre de 2011. Es un homenaje a compositores cubanos olvidados que, con sus canciones universales y emblemáticas, hicieron famosos a muchos intérpretes. El disco incluye 12 versiones de sones, boleros, guarachas, clásicos del cancionero popular cubano como “Contigo en la distancia” (César Portillo de la Luz), “El Manisero” (Moisés Simons), “Guantanamera” (José Fernández Díaz) o “Toda Una Vida” (Osvaldo Farrés). Juan Gabriel colabora en el bonus track “Quiéreme mucho”. Para realizar este trabajo el cantaor se pasó una temporada viviendo en La Habana, empapándose de son cubano y aprendiendo sobre los grandes autores. Después del lanzamiento del álbum, Malecón street, en 2013 participó en dos programas televisivos de Antena 3. Pitingo ha seguido con sus giras por España y Sudamérica, promocionando su música, con fechas programadas que incluyen hasta el 2014. En ese mismo año editó al álbum Cambio de tercio, y en el que colaboran, entre otros artistas, Arcángel, Estrella Morente, Sara Baras, Miguel Poveda o Carmen Linares. Los últimos trabajos discográficos de Pitingo han sido los álbumes, Soul bulería y más (2016) y Mestizo y fronterizo (2018). DISCOGRAFÍA seleccionada, ÁLBUMES:
Antonio Cruz García, conocido artísticamente como Antonio Mairena, nació el 7 de septiembre de 1909 en Mairena del Alcor (Sevilla).Cantaor gitano.
Con tiempo, dedicación y paciencia,
recuperó estilos que se habían perdido y los resituó en el panorama del
flamenco contemporáneo, adaptándolos en algunos casos a los nuevos tiempos. Por
este motivo fue acusado de imponer una excesiva rigidez al cante, que estaba
ganando mayor libertad gracias a figuras como Camarón de la Isla y Paco de
Lucía. Sin embargo, su labor le valió el galardón más importante
para un artista flamenco, la Llave de Oro del Cante, en 1962. Su voluntad
conservacionista le llevó a escribir, en colaboración con R. Molina, "Mundo y
formas del cante flamenco" (1963) y en 1967, "Confesiones de Antonio Mairena". En
1966 grabó su obra cumbre, La gran historia del cante gitano andaluz, en la que
interpretaba tipos distintos de seguidillas y soleares.
Mairena perteneció a una familia gitana asentada en Mairena
del Alcor desde tiempos de Carlos III, y desde niño tuvo oportunidad de
desarrollar sus extraordinarias cualidades artísticas. Frecuentaba ya de
pequeño las fiestas gitanas a las que acudía con su padre, también gran
aficionado al flamenco (aunque no era cantaor). Sus maestros fueron Joaquín el
de la Paula y Manuel Torre; este último dijo de él, al morir en 1933, que
Mairena era el único capaz de sucederle, pues había aprendido sus enseñanzas y las
había llevado a la perfección. Comenzó cantando con el nombre de "El Niño de
Rafael", y luego usó el de "Niño de Mairena", hasta que se
consolidó el de Antonio Mairena por el que hoy es recordado. Desde el principio
se interesó por la restauración de los cantes más viejos, como las tonás o las
livianas. En ese gusto basó toda su estética, que le llevó a un perfeccionismo
absoluto a la hora de interpretar cualquier cante. Esa actitud le relegó del
mundo del éxito: no participó en los espectáculos de Ópera Flamenca y tuvo por
tanto que esperar a la etapa de revalorización para ser apreciado.
Mairena distinguió entre cante gitano andaluz y flamenco.
Pensaba que los gitanos hacían lo primero y que él estaba en esa línea
siguiendo los pasos de Manuel Torre. El flamenco lo harían cantaores como
Antonio Chacón y todos los fandangueros de la Ópera Flamenca. Nunca se había
sentido a gusto en su trayectoria como cantaor dentro de compañías de baile;
ganó mucho dinero, sobre todo con Antonio, el bailarín (hasta cinco mil pesetas
diarias en los años cincuenta), y esto le satisfizo, pero él decía que la colaboración
no es del todo aconsejable para el cante gitano andaluz, porque no podía cantar
lo que él quería, sino que tenía que supeditarse al baile, lo que significaba
cantar aires rápidos llenos de potencia en detrimento de la exquisitez y la
intimidad de la soleá o la seguiriya, donde podía surgir el duende, que él
denominaba "Razón incorpórea". Sólo quiso cantar para el baile de Carmen Amaya y no lo pudo
hacer a gusto. Primero la Guerra Civil y luego problemas familiares de la
bailaora en la posguerra limitaron su colaboración a algo más de dos meses en
total. En sus Confesiones señaló: "Carmen era una genial bailaora que se
entusiasmaba y bailaba fabulosamente cuando yo le cantaba".
Lo cierto es que Mairena creó una escuela, que él mismo
denominó mairenismo, caracterizada por la búsqueda de la forma más pura y ruda
de interpretar los cantes. Con frecuencia pasó años estudiando algún cante
hasta desentrañar su forma original y reconstruirlo como debía haber sido. Sin
él, muchos de los estilos y formas de cante que hoy permanecen se habrían
perdido. Pensaba que el cante estaba hecho, tal y como confesó en una
entrevista: "El cante puede desarrollarse; ha llegado a un grado de
desarrollo, pero lo que yo no puedo es crear cante." Uno de los acontecimientos más importantes en la biografía
de Antonio Mairena, y uno de los más comentados, fue la convocatoria en 1962
del III Concurso de Córdoba, evento de gran importancia en el mundo del
flamenco. En aquella tercera edición, celebrada los días 19 y 20 de mayo, el
concurso de Córdoba premió a Antonio Mairena con la Tercera Llave de Oro del
Cante. El concurso lanzó a Mairena y le dio a conocer masivamente en España, a
pesar de que el cantaor ya había ganado algún premio local y era más famoso
fuera que en España, debido a su participación como cantante en la compañía de
baile de Antonio o, previamente, en las de Pilar López, Pastora Imperio, Carmen
Amaya o la de Teresa y Luisillo.
Antonio Mairena tenía cincuenta y dos años cuando ganó en
Córdoba. Dicen algunos cantaores que el premio, si no amañado, estuvo
preparado: todo el jurado votó de forma unánime a su favor. En el jurado
estuvieron presentes Ricardo Molina, Anselmo González Climent, Aurelio Sellés,
Juan Talega, Francisco Salinas y compositores clásicos tan importantes como
José Muñoz Molleda y Mauricio Ohana. Cuentan las crónicas que Antonio Mairena
cantó divinamente, pero que no fue el más aplaudido. El jurado, en el acta
correspondiente, dejó claro que se concedía el galardón a Antonio Mairena tanto
por la pureza de su cante como por su historial artístico, de conformidad con
las bases establecidas para el concurso. El premio se lo entregó Antonio Ruiz
Soler, el bailarín, que en esos momentos estaba actuando por la ciudad. Discográficamente hablando su legado es muy importante,
aunque llegó algo tarde: las primeras placas de Mairena se grabaron en 1941,
cuando el cantaor tenía ya treinta y dos años. Tenía preparado un repertorio
puro, pero al llegar al estudio de La Voz de Su Amo de Barcelona le dijeron que
tenía que hacer cuatro fandangos y cuatro cuplés. Pasó un calvario notable
junto al guitarrista Esteban Sanlúcar, así que no le quedaron más ganas de
repetir la experiencia y decidió volver a sus cantes para pequeños círculos en
ventas y colmaos.
La siguiente sesión se retrasó hasta 1950. Volvió a grabar
ocho temas, esta vez para la Columbia de Madrid, con Paco Aguilera de
guitarrista. El repertorio también tuvo fandangos, pero además bulerías,
alegrías, soleares y una seguiriya. Todavía grabó dos sesiones más en esta
década: una en Tánger con soleá y fandango, y otra en Londres, en 1954, con
Manuel Morao a la guitarra. Ambas tuvieron una edición limitadísima, hasta que
en 1992 la Junta de Andalucía las recogió digitalmente en los dieciséis volúmenes
de sus Grabaciones Completas. Los cantes de Londres los volvió a grabar en
Madrid para la Columbia española en 1958, con Paco Aguilera y Moraíto Chico de
guitarristas. Ese disco fue su primer larga duración español y se tituló Cantes
de Antonio Mairena. Mairena afirmó que no había grabado más porque su cante no
era de los momentos que le tocó vivir, pero su fama fue extendiéndose gracias a
sus actuaciones con Antonio por todo el mundo. Tan parca discografía se vio
compensada con las magníficas grabaciones realizadas a partir de 1963. Ese año
vieron la luz tres discos, de cuatro canciones cada uno, titulados Noches de la
Alameda, Duendes del Cante de Triana y Tangos de Andalucía. En los tres estuvo
Melchor de Marchena a la guitarra. Ese mismo año participó en el Primer
Gazpacho de Morón dedicado a la memoria de Silverio.
Tras su actuación, se planteó plasmar en disco su cante más
puro, y así grabó en 1964 La Llave de Oro del Cante y, un año después, Cien
años de Cante Gitano. El paso definitivo, discográficamente hablando, lo dio
Mairena en 1966 al editar los excepcionales tres volúmenes titulados La gran
historia del cante gitano andaluz para la Columbia española, con texto
explicativo de Ricardo Molina. En este estuche, Mairena se atrevió con treinta
soleares diferentes y diecinueve seguiriyas. El "mairenismo" estaba
más que servido, y no fueron sólo sus hermanos Curro y Manuel Mairena sus más
directos seguidores. También ese año dio a conocer su particular Antología del
Cante flamenco y gitano para Columbia-España donde entre otros y tras tres años
de preparación grabó a Aurelio de Cádiz, Juan Talega, José Salazar, Pepita
Caballero, Rosalía de Triana, Pepe Torre, la Piriñaca de Jerez y la Perla de
Triana, junto a los guitarristas Melchor de Marchena, Morao de Jerez y Antonio
Arena. En 1969 se editaron nada menos que cuatro discos suyos de larga
duración, todos para RCA: Honores a la Niña de los Peines, Mis recuerdos de
Manuel Torre, La fragua de los Mairena y Saetas de Antonio Mairena.
En septiembre de 1975, cuando Antonio se retiró de las
actuaciones por problemas de salud, su pueblo, Mairena de Alcor, le dedicó la
decimocuarta edición del festival que lleva su nombre. Allí estuvieron Curro y
Manuel, pero también Nano de Jerez, el Poeta de Alcalá y la guitarra de Melchor
de Marchena. El "mairenismo" se plasmaba así en una actitud de
ortodoxia frente a la pureza de los cantes. Luis Caballero y más recientemente
el primer Lebrijano o José Menese han sido sus más notables abanderados. En los años setenta, Mairena grabó una serie de discos muy
interesantes; dos para Ariola, de estilo muy puro: Antonio Mairena y Cante de
Jerez y Cantes festeros, ambos de 1972. Con Phillips realizó el año siguiente
Cantes de Cádiz y los puertos, y más tarde "Triana, raíz de cante". Para Zafiro
hizo antes de retirarse de los escenarios Esquema histórico del cante por
seguiriyas y soleares. Sin contar sus colaboraciones en obras colectivas, se
debe citar su labor de productor y descubridor de algunos cantaores, como Juan
Talega.
Mairena es una de las personalidades más relevantes de la
historia del flamenco y tal vez la más importante de la segunda mitad del siglo
XX. Destacó no sólo como uno de los más grandes y completos cantaores, sino
también como investigador y divulgador de este arte, tal y como muestran los
artículos, conferencias y ensayos que quedaron compilados en sus libros Mundo y
formas del cante flamenco (en colaboración con el poeta y flamencólogo Ricardo
Molina) y "Las confesiones de Antonio Mairena" (edición de Alberto García
Ulecia). Esta faceta académica le distinguió toda su vida del resto de los
cantaores e hizo de él un personaje peculiar en el mundo del flamenco. Cantó
también en la película "Duende y misterio del flamenco". Merecedor de los más
distinguidos honores que haya recibido jamás un artista flamenco, destacan
entre éstos el título de Director Honorario de la Cátedra de Flamencología y
Estudios Folclóricos Andaluces de Jerez de la Frontera (1959) y la Medalla de
Oro de las Bellas Artes (1983). Antonio Mairena falleció en Sevilla el 5 de septiembre de 1983 a la edad de 73 años y cuando faltaban dos días para su 74 cumpleaños.