Antonio Cruz García, conocido artísticamente como Antonio Mairena, nació el 7 de septiembre de 1909 en Mairena del Alcor (Sevilla).Cantaor gitano.
Con tiempo, dedicación y paciencia,
recuperó estilos que se habían perdido y los resituó en el panorama del
flamenco contemporáneo, adaptándolos en algunos casos a los nuevos tiempos. Por
este motivo fue acusado de imponer una excesiva rigidez al cante, que estaba
ganando mayor libertad gracias a figuras como Camarón de la Isla y Paco de
Lucía. Sin embargo, su labor le valió el galardón más importante
para un artista flamenco, la Llave de Oro del Cante, en 1962. Su voluntad
conservacionista le llevó a escribir, en colaboración con R. Molina, "Mundo y
formas del cante flamenco" (1963) y en 1967, "Confesiones de Antonio Mairena". En
1966 grabó su obra cumbre, La gran historia del cante gitano andaluz, en la que
interpretaba tipos distintos de seguidillas y soleares.
Mairena perteneció a una familia gitana asentada en Mairena
del Alcor desde tiempos de Carlos III, y desde niño tuvo oportunidad de
desarrollar sus extraordinarias cualidades artísticas. Frecuentaba ya de
pequeño las fiestas gitanas a las que acudía con su padre, también gran
aficionado al flamenco (aunque no era cantaor). Sus maestros fueron Joaquín el
de la Paula y Manuel Torre; este último dijo de él, al morir en 1933, que
Mairena era el único capaz de sucederle, pues había aprendido sus enseñanzas y las
había llevado a la perfección. Comenzó cantando con el nombre de "El Niño de
Rafael", y luego usó el de "Niño de Mairena", hasta que se
consolidó el de Antonio Mairena por el que hoy es recordado. Desde el principio
se interesó por la restauración de los cantes más viejos, como las tonás o las
livianas. En ese gusto basó toda su estética, que le llevó a un perfeccionismo
absoluto a la hora de interpretar cualquier cante. Esa actitud le relegó del
mundo del éxito: no participó en los espectáculos de Ópera Flamenca y tuvo por
tanto que esperar a la etapa de revalorización para ser apreciado.
Mairena distinguió entre cante gitano andaluz y flamenco.
Pensaba que los gitanos hacían lo primero y que él estaba en esa línea
siguiendo los pasos de Manuel Torre. El flamenco lo harían cantaores como
Antonio Chacón y todos los fandangueros de la Ópera Flamenca. Nunca se había
sentido a gusto en su trayectoria como cantaor dentro de compañías de baile;
ganó mucho dinero, sobre todo con Antonio, el bailarín (hasta cinco mil pesetas
diarias en los años cincuenta), y esto le satisfizo, pero él decía que la colaboración
no es del todo aconsejable para el cante gitano andaluz, porque no podía cantar
lo que él quería, sino que tenía que supeditarse al baile, lo que significaba
cantar aires rápidos llenos de potencia en detrimento de la exquisitez y la
intimidad de la soleá o la seguiriya, donde podía surgir el duende, que él
denominaba "Razón incorpórea". Sólo quiso cantar para el baile de Carmen Amaya y no lo pudo
hacer a gusto. Primero la Guerra Civil y luego problemas familiares de la
bailaora en la posguerra limitaron su colaboración a algo más de dos meses en
total. En sus Confesiones señaló: "Carmen era una genial bailaora que se
entusiasmaba y bailaba fabulosamente cuando yo le cantaba".
Lo cierto es que Mairena creó una escuela, que él mismo
denominó mairenismo, caracterizada por la búsqueda de la forma más pura y ruda
de interpretar los cantes. Con frecuencia pasó años estudiando algún cante
hasta desentrañar su forma original y reconstruirlo como debía haber sido. Sin
él, muchos de los estilos y formas de cante que hoy permanecen se habrían
perdido. Pensaba que el cante estaba hecho, tal y como confesó en una
entrevista: "El cante puede desarrollarse; ha llegado a un grado de
desarrollo, pero lo que yo no puedo es crear cante." Uno de los acontecimientos más importantes en la biografía
de Antonio Mairena, y uno de los más comentados, fue la convocatoria en 1962
del III Concurso de Córdoba, evento de gran importancia en el mundo del
flamenco. En aquella tercera edición, celebrada los días 19 y 20 de mayo, el
concurso de Córdoba premió a Antonio Mairena con la Tercera Llave de Oro del
Cante. El concurso lanzó a Mairena y le dio a conocer masivamente en España, a
pesar de que el cantaor ya había ganado algún premio local y era más famoso
fuera que en España, debido a su participación como cantante en la compañía de
baile de Antonio o, previamente, en las de Pilar López, Pastora Imperio, Carmen
Amaya o la de Teresa y Luisillo.
Antonio Mairena tenía cincuenta y dos años cuando ganó en
Córdoba. Dicen algunos cantaores que el premio, si no amañado, estuvo
preparado: todo el jurado votó de forma unánime a su favor. En el jurado
estuvieron presentes Ricardo Molina, Anselmo González Climent, Aurelio Sellés,
Juan Talega, Francisco Salinas y compositores clásicos tan importantes como
José Muñoz Molleda y Mauricio Ohana. Cuentan las crónicas que Antonio Mairena
cantó divinamente, pero que no fue el más aplaudido. El jurado, en el acta
correspondiente, dejó claro que se concedía el galardón a Antonio Mairena tanto
por la pureza de su cante como por su historial artístico, de conformidad con
las bases establecidas para el concurso. El premio se lo entregó Antonio Ruiz
Soler, el bailarín, que en esos momentos estaba actuando por la ciudad. Discográficamente hablando su legado es muy importante,
aunque llegó algo tarde: las primeras placas de Mairena se grabaron en 1941,
cuando el cantaor tenía ya treinta y dos años. Tenía preparado un repertorio
puro, pero al llegar al estudio de La Voz de Su Amo de Barcelona le dijeron que
tenía que hacer cuatro fandangos y cuatro cuplés. Pasó un calvario notable
junto al guitarrista Esteban Sanlúcar, así que no le quedaron más ganas de
repetir la experiencia y decidió volver a sus cantes para pequeños círculos en
ventas y colmaos.
La siguiente sesión se retrasó hasta 1950. Volvió a grabar
ocho temas, esta vez para la Columbia de Madrid, con Paco Aguilera de
guitarrista. El repertorio también tuvo fandangos, pero además bulerías,
alegrías, soleares y una seguiriya. Todavía grabó dos sesiones más en esta
década: una en Tánger con soleá y fandango, y otra en Londres, en 1954, con
Manuel Morao a la guitarra. Ambas tuvieron una edición limitadísima, hasta que
en 1992 la Junta de Andalucía las recogió digitalmente en los dieciséis volúmenes
de sus Grabaciones Completas. Los cantes de Londres los volvió a grabar en
Madrid para la Columbia española en 1958, con Paco Aguilera y Moraíto Chico de
guitarristas. Ese disco fue su primer larga duración español y se tituló Cantes
de Antonio Mairena. Mairena afirmó que no había grabado más porque su cante no
era de los momentos que le tocó vivir, pero su fama fue extendiéndose gracias a
sus actuaciones con Antonio por todo el mundo. Tan parca discografía se vio
compensada con las magníficas grabaciones realizadas a partir de 1963. Ese año
vieron la luz tres discos, de cuatro canciones cada uno, titulados Noches de la
Alameda, Duendes del Cante de Triana y Tangos de Andalucía. En los tres estuvo
Melchor de Marchena a la guitarra. Ese mismo año participó en el Primer
Gazpacho de Morón dedicado a la memoria de Silverio.
Tras su actuación, se planteó plasmar en disco su cante más
puro, y así grabó en 1964 La Llave de Oro del Cante y, un año después, Cien
años de Cante Gitano. El paso definitivo, discográficamente hablando, lo dio
Mairena en 1966 al editar los excepcionales tres volúmenes titulados La gran
historia del cante gitano andaluz para la Columbia española, con texto
explicativo de Ricardo Molina. En este estuche, Mairena se atrevió con treinta
soleares diferentes y diecinueve seguiriyas. El "mairenismo" estaba
más que servido, y no fueron sólo sus hermanos Curro y Manuel Mairena sus más
directos seguidores. También ese año dio a conocer su particular Antología del
Cante flamenco y gitano para Columbia-España donde entre otros y tras tres años
de preparación grabó a Aurelio de Cádiz, Juan Talega, José Salazar, Pepita
Caballero, Rosalía de Triana, Pepe Torre, la Piriñaca de Jerez y la Perla de
Triana, junto a los guitarristas Melchor de Marchena, Morao de Jerez y Antonio
Arena. En 1969 se editaron nada menos que cuatro discos suyos de larga
duración, todos para RCA: Honores a la Niña de los Peines, Mis recuerdos de
Manuel Torre, La fragua de los Mairena y Saetas de Antonio Mairena.
En septiembre de 1975, cuando Antonio se retiró de las
actuaciones por problemas de salud, su pueblo, Mairena de Alcor, le dedicó la
decimocuarta edición del festival que lleva su nombre. Allí estuvieron Curro y
Manuel, pero también Nano de Jerez, el Poeta de Alcalá y la guitarra de Melchor
de Marchena. El "mairenismo" se plasmaba así en una actitud de
ortodoxia frente a la pureza de los cantes. Luis Caballero y más recientemente
el primer Lebrijano o José Menese han sido sus más notables abanderados. En los años setenta, Mairena grabó una serie de discos muy
interesantes; dos para Ariola, de estilo muy puro: Antonio Mairena y Cante de
Jerez y Cantes festeros, ambos de 1972. Con Phillips realizó el año siguiente
Cantes de Cádiz y los puertos, y más tarde "Triana, raíz de cante". Para Zafiro
hizo antes de retirarse de los escenarios Esquema histórico del cante por
seguiriyas y soleares. Sin contar sus colaboraciones en obras colectivas, se
debe citar su labor de productor y descubridor de algunos cantaores, como Juan
Talega.
Mairena es una de las personalidades más relevantes de la
historia del flamenco y tal vez la más importante de la segunda mitad del siglo
XX. Destacó no sólo como uno de los más grandes y completos cantaores, sino
también como investigador y divulgador de este arte, tal y como muestran los
artículos, conferencias y ensayos que quedaron compilados en sus libros Mundo y
formas del cante flamenco (en colaboración con el poeta y flamencólogo Ricardo
Molina) y "Las confesiones de Antonio Mairena" (edición de Alberto García
Ulecia). Esta faceta académica le distinguió toda su vida del resto de los
cantaores e hizo de él un personaje peculiar en el mundo del flamenco. Cantó
también en la película "Duende y misterio del flamenco". Merecedor de los más
distinguidos honores que haya recibido jamás un artista flamenco, destacan
entre éstos el título de Director Honorario de la Cátedra de Flamencología y
Estudios Folclóricos Andaluces de Jerez de la Frontera (1959) y la Medalla de
Oro de las Bellas Artes (1983). Antonio Mairena falleció en Sevilla el 5 de septiembre de 1983 a la edad de 73 años y cuando faltaban dos días para su 74 cumpleaños.
DISCOGRAFÍA seleccionada,
EP's y SINGLES:
Para verlos pinchar el siguiente enlace Antonio Mairena
Carátulas del resto de ÁLBUMES seleccionados:
Fuente: biografiasyvidas.com
Fotografía: arteflamenco.es
Carátulas discos: discogs.com/amazon.com y Compañías discográficas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario